Tabaquismo en adultos mayores: dejar de fumar
Tabaquismo en adultos mayores
El 31 de mayo es el Día Mundial sin Tabaco. Por esta razón el Jardín de mis Abuelos presenta los siguientes consejos para abandonar el cigarrillo en edades avanzadas. Dejar de fumar supone una mejora inmediata en la salud en cualquier momento de la vida. Además, los signos externos del envejecimiento también se suavizan.
Siempre es un buen día para dejar de fumar
Generalmente los fumadores de más de 50 años tienen mayor dependencia a la nicotina, fuman –y han fumado- más cigarrillos y muchos dudan de su capacidad para dejar de fumar y de los beneficios que pueden obtener si lo dejan. Sin embargo, los fumadores mayores pueden obtener importantes beneficios al dejar de fumar: la disminución de las complicaciones de enfermedades preexistentes y el aumento de la calidad y expectativa de vida.
Fumar es el mayor factor de riesgo en al menos 6 de las 14 principales causas de muerte para los sujetos de más de 60 años y factor de complicación de al menos otras 3. Además de las enfermedades cardiovasculares, cáncer y enfermedades respiratorias, otros procesos relacionados con el tabaco pueden deteriorar la calidad de vida de las personas mayores fumadoras. El cigarrillo incrementa el riesgo de osteoporosis, úlcera duodenal, complicaciones en la diabetes, complicaciones quirúrgicas, catarata y además interfiere en el metabolismo de muchos medicamentos.
Consejos para dejar de fumar
- Escribir una lista con tus motivos para dejar de fumar y cómo mejoraría tu vida al hacerlo. Y otra explicando por qué fumas y en qué situaciones piensas que te resultaría más difícil no fumar.
- El tratamiento farmacológico, acompañado por apoyo psicológico, resulta muy eficaz para evitar recaídas.
- Pedir ayuda a un médico. Puede aconsejarte el empleo de sustitutivos de la nicotina para tratar el síndrome de abstinencia, evaluando previamente que no existan contraindicaciones para tu caso en particular.
- Marcar una fecha límite para dejarlo. A algunas personas les resulta más fácil disminuir progresivamente el consumo de cigarrillos, pero otras prefieren dejarlo de forma radical. Traza tu propio plan, de acuerdo a tus necesidades.
- Mantener la mente ocupada, y dormir lo suficiente para estar lo más relajado posible. También es mejor ir al cine, o a locales donde no esté permitido fumar, para evitar la tentación y el tabaquismo pasivo.
- Informar a familia y amigos tu deseo de dejar de fumar para que te apoyen todo lo que puedan, y comprendan tus posibles cambios de humor.
- Al principio procurar relacionarse con personas que no fumen, o que no lo hagan en tu presencia. Si tu pareja no fuma, o deja de fumar al mismo tiempo, puede ser de gran ayuda.
- El consumo de café y bebidas alcohólicas incrementa el deseo de fumar; en su lugar, beber agua y zumos (mejor si son naturales).
- Pensar en los beneficios de una vida sin humo para reforzar la decisión: se intensifican los sentidos de olfato y gusto, el aliento ya no huele a tabaco, aumenta la capacidad pulmonar y se reduce la fatiga, entre muchos otros.