El baile en adultos mayores: los beneficios de bailar
El baile en adultos mayores: sus beneficios
Bailar es una de esas actividades que además de dar placer, tiene además beneficios para la salud, sobre todo en los adultos mayores. Y no hace falta dinero: solo poner música y empezar a moverse y disfrutar. Esos beneficios están vinculados no solo con la actividad física que la danza representa, sino también con cuestiones mentales y emocionales vinculadas a esta práctica y lo que la rodea. Los expertos lo saben desde hace tiempo y por eso lo recomiendan, y muchos trabajos científicos lo han comprobado.
Por esta razón, el Jardín de mis Abuelos invita a los adultos mayores a mejorar de manera significativa su capacidad aeróbica, la resistencia, fuerza y flexibilidad de su masa muscular, su agilidad y su equilibrio a través del baile. La danza también beneficia a la salud ósea y reduce los riesgos de problemas cardiovasculares y el de caídas.
Corazón y cerebro, los grandes beneficiados
Los ejercicios aeróbicos moderados como bailar, pasear y nadar son fundamentales para la buena salud física y emocional, sobre todo para personas con problemas o riesgo de hipertensión. Además, para las personas con insuficiencia cardíaca crónica estable, bailar no solo es seguro sino que puede mejorar la capacidad cardíaca como lo hace el ejercicio aeróbico tradicional.
El baile también tiene efectos favorables para el cerebro, a punto tal de que algunos expertos lo utilizan en tratamientos contra el Parkinson. Además, mientras el baile en sí mismo activa los circuitos motores y sensoriales del cerebro, la música estimula los centros de gratificación del principal órgano del cuerpo humano. También reduce el estrés, incrementa los niveles de serotonina, la “hormona del bienestar”, y ayuda a desarrollar nuevas conexiones neuronales, especialmente en regiones vinculadas con las funciones ejecutivas, la memoria de largo plazo y el reconocimiento espacial. La necesidad de aprender los pasos de la danza y de ajustar la coordinación rítmica son claves para desarrollar estos beneficios.
Asimismo, un estudio demostró que es la única actividad física que reduce el riesgo de demencia.
Un antidepresivo natural
Bailar implica salir de casa y socializar, lo cual involucra también otras consecuencias positivas: combatir la timidez, la soledad y el estrés y, por ende, la tendencia a la depresión. Y la lista de beneficios continúa: el baile estimula la circulación sanguínea, mejora el funcionamiento de las articulaciones, y en última instancia siempre mejora el ánimo y el humor. Es una especie de antidepresivo natural que además previene otros problemas y carece de efectos secundarios y contraindicaciones. Así es que la conclusión es evidente: a todos los adultos mayores que puedan bailar les conviene hacerlo.